Mi perro y yo
Vivo de asombro en asombro
en esta vida que llevo,
pero no me asombraría
...si me hablara un día mi perro.
Aunque en verdad no hace falta
que lo haga hablar el Señor.
Solamente con mirarnos
nos entendemos los dos.
Es siempre mutuo el respeto.
Yo respeto su silencio
y aunque juntos, cada cual,
dueño es de su pensamiento.
Hasta en amores sabemos
mutuamente respetarnos:
cuando yo tengo visita
él ama lejos del rancho.
PUBLIO A. CORDERO
Vivo de asombro en asombro
en esta vida que llevo,
pero no me asombraría
...si me hablara un día mi perro.
Aunque en verdad no hace falta
que lo haga hablar el Señor.
Solamente con mirarnos
nos entendemos los dos.
Es siempre mutuo el respeto.
Yo respeto su silencio
y aunque juntos, cada cual,
dueño es de su pensamiento.
Hasta en amores sabemos
mutuamente respetarnos:
cuando yo tengo visita
él ama lejos del rancho.
PUBLIO A. CORDERO
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